Alejandra Torres Chumacero
La
importancia del arte griego (de toda su cultura) es enorme. De hecho, puedo
decir que es la base de la cultura europea y Occidental en general. Gracias a
los griegos, civilizaciones, en específicos los romanos, lograron desarrollarse
como cultura y sociedad, es una de las artes clásicas insustituible.
Belleza
que los antiguos griegos honraron construyendo algunas de las maravillas
arquitectónicas más asombrosas del mundo, y belleza representada en
espectaculares estatuas y esculturas de apariencia real.
Las
esculturas que han llegado hasta nuestros días están hechas a base de mármol
blanco; sin embargo, este no era el único material utilizado en las esculturas:
la piedra caliza, el bronce, la terracota, la madera, el hierro e incluso el
oro y el marfil eran también moldeados con figuras humanas. En este ensayo
analizaré las principales características de la escultura griega en sus diferentes
períodos, eligiendo de cada uno de ellos una obra característica.
De
época arcaica, las primeras imágenes humanas aparecen en el siglo VII y son las
xoana o imágenes religiosas en madera, de carácter hierático y de clara
influencia oriental. Son conocidas por algunas copias en piedra que se hicieron
posteriormente. La Dama de Auxerre es una figura de líneas elementales, actitud
exvota, escultura bloque. De cintura para arriba se intenta dar un cierto
naturalismo femenino. Se descubrió en Creta. Otra xoana en piedra es la Hera de
Samos. La escultura, Koré arcaica, fechada en el año 520 a.C.
La escultura arcaica tuvo en gran parte un papel fundamental
en la arquitectura y son de función religiosa, conmemorativa o funeraria. La
mayor parte de las obras de la época corresponden a dos tipos genéricos: el
atleta desnudo “Kurós” o la doncella vestida “koré”. (Walker 1999).
La Afrodita de Cnido, es una escultura de bulto redondo,
realizada en mármol y con carácter naturalista. Representa a la diosa en el
momento de realizar el baño ritual de las Eleusiadas (rito para restaurar la
virginidad), excusa del artista para representarla desnuda. Afrodita cubre con
recato el pubis, con su mano derecha, y con la izquierda deja caer sus
vestiduras sobre un ánfora para el agua (hydria). Se considera el primer
desnudo femenino de bulto redondo del Arte Griego.
Durante el periodo Clásico, los escultores desarrollan
nuevas técnicas para cubrir las figuras femeninas con telas transparentes que
dejen entrever su anatomía, consiguiendo de forma lenta un progresivo
naturalismo de formas más suaves dependiendo del canon de belleza del autor.
La etapa clásica es una de las más importantes y
significativas donde aparecen los autores más importantes, que dejan huella en
la evolución de las esculturas femeninas como Fidias, creador de las obras más
destacadas griegas como Atenea Parthenos, Atenea Promakos o el Friso del
Partenón. (Tarradel 1952).
La estatua Afrodita de Knidos, una de las obras más
famosas de Praxíteles, no ha sobrevivido, quizá fue trasladada por los romanos
al Palacio de Lausus, en Bizancio, que se quemó en el 474 a.C., y se perdió.
Praxíteles hizo dos estatuas, una vestida (la que no está
vestida es la que no existe hoy en día) y otra desnuda y presentó ambas
estatuas al pueblo de Kos, y les pidió que eligieran. La figura desnuda
rechazada fue comprada por los ciudadanos de Knidos, una antigua ciudad del
sur-oeste de Asia Menor. Famosa por su belleza, la Afrodita de Knidos, la
primera figura de tamaño natural de una mujer desnuda, muestra a la diosa
Afrodita preparándose para el baño ritual que le devolvía la pureza (no la
virginidad).
La época Posclásica se caracteriza por una gran
delicadeza en el tratamiento de la superficie y la utilización de las
proporciones estilizadas para el cuerpo de la mujer. A pesar de la posición
estática, expresa movimiento con los brazos: uno, hacia fuera, sujetando el
paño y el otro, ocultando su pubis.
En el periodo Helenístico se da A finales del siglo IV la
escultura abandona ya definitivamente el equilibrio clásico y adopta otras
características: tendencia hacia la orientalización, favorecida por las conquistas
en el Próximo Oriente de Alejandro Magno, acentuación del movimiento, del
patetismo y de la tensión, predilección por los temas fantásticos por un lado y
de la vida cotidiana o escenas anecdóticas por otro.
La Venus de Milo, es una de las obras más representativas
del periodo helenístico y una de las más famosas de Grecia. Fue tallada entre
los años 130- 100 a. C., y descubierta en 1820 en la isla griega de Milo.
Realizada en mármol blanco, mide 211 cm de alto y pesa 900 kilos. Actualmente
se encuentra expuesta en el Museo de Louvre, en París.
Otra diosa griega de este periodo es Victoria de Samotracia,
se produce una evolución del arte griego que se deja influenciar por el mundo
oriental creando una escultura exenta. Gran virtuosismo técnico en el
tratamiento de los paños, transparentes y pegados al cuerpo, trasluciendo la
vigorosa anatomía femenina.
Se desconoce el escultor, pero se cree que puede ser
Pitócrito de Lindos. La estatua, realizada en mármol gris de Thasian (Thasos) y
mármol blanco de Parian (Paros), de 2,44 metros de altura. La Victoria Alada de
Samotracia fue descubierta en la isla griega de Samotracia, por el arqueólogo
aficionado, Charles Champoiseau, que envió la estatua a París, donde se
encuentra desde 1884 en el Museo del Louvre. Una réplica de yeso se encuentra
en el museo de Samotracia, construido en el lugar donde se descubrió la
Victoria Alada original.
En su artículo” Grecia” afirma que es en la época
helenística donde da comienzo el retrato y el realismo, dejando a un lado los
arquetipos y dando valor al propio individuo. (Pérez 2017)
En definitiva, la escultura griega alcanzó el ideal de la
belleza artística, adoptando con predilección el mármol y el bronce como
material escultórico. En los periodos, el arte griego envuelve todo tipo de
actitudes con distintos personajes como diosas y dioses griegos buscando de la
belleza, desde lo evasivo a lo refinado, desde la búsqueda de la variación a la
representación de todos los estados posibles del ser humano y además abarcando
todo tipo de estilos.
El arte de la antigua Grecia destaca la importancia y los
logros de los seres humanos. Aunque gran parte del arte griego estaba destinado
a honrar a los dioses, esos mismos dioses fueron creados a imagen y semejanza
de los seres humanos.
Finalmente el material duro y sin vida se transformó de
alguna manera en cualidades intangibles como el equilibrio, el estado de ánimo
y la gracia para crear algunas de las grandes obras maestras del arte mundial e
inspirar e influir en los artistas que debían seguir en la época helenística,
que luego producirían más obras maestras como la Venus
de Milo que es una de las
tantas esculturas de las diosas a lo largo de la historia.
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