Tuesday, May 10, 2022

Bestiario románico

 Alejandra Torres Chumacero

El bestiario fue una de las representaciones más populares de la Edad Media, incluye animales de todo tipo, reales y fantásticos, a los que se les atribuyen comportamientos humanos tanto positivos como negativos. La historia natural y la ilustración de cada una de estas bestias se solía acompañar con una lección moral, reflejando la creación de Dios, y la función que cada ser vivo tenía en el mundo. El bestiario, por tanto, es también una referencia al lenguaje simbólico de los animales en la literatura y el arte cristianos de occidente.

Dentro del bestiario románico, encontramos animales que representan aspectos positivos, mientras que otros presentan los aspectos más bajos, malvados y pueriles de la sociedad. Por otro lado, además de animales salvajes y domésticos, existen una serie de animales fantásticos que también adquieren un gran protagonismo. En este ensayo trataré de los diferentes bestiarios y los animales más representativos.

Bestiario real de signo positivo, se encuentran las aves en general, y especialmente las palomas sobre todo por su directa similitud con la naturaleza del alma humana, ya que las aves pueden volar y ascender. De esta manera, la paloma y el pájaro simbolizan el anhelo del espíritu por alejarse de lo terrenal, de lo proteico, en busca de valores más altos del cielo. En ocasiones se les representa picando sus patas para poder despegar de la tierra y volar hacia las alturas.

Cigüeña. Un ave especialmente representada como ejemplo del bien es la cigüeña, por su carácter de ave de buen agüero, además de ser monógama y comer serpientes (se le representa a menudo con una serpiente en su pico).

Águila. El águila, por su fuerza y nobleza, suele representar valores positivos, inclusive al propio Cristo. En ocasiones se representa capturando con sus garras o pico a un conejo o a una liebre. Esta escena representaría el poder de Dios sobre el hombre.

León. De nuevo representa nobleza y fuerza. Es frecuente encontrar leones, águilas y grifos en las enjutas de las portadas, y también muy frecuentemente en las mochetas de la puerta.

En estos casos, los animales citados representan a los guardianes del templo, no impiden el paso al recinto, pero advierten que el umbral que se está apunto de traspasar separa el recinto sagrado del templo y el profano del exterior y debe ser el propio hombre quien debe preguntarse si se encuentra en condiciones de dar ese paso.

Bestiario real de signo negativo, En la nómina de los animales relacionados con el mal solemos encontrar al mono, frecuentemente con cuerdas y atados, como caricatura grotesca del hombre, la serpiente, símbolo por antonomasia del pecado y del demonio, la liebre y el conejo asociados con la lujuria por su fertilidad, el jabalí y el cerdo por ser lujuriosos, sucios y perezosos, la cabra, el macho cabrío, etc.

El zorro, es un animal astuto, mentiroso e hipócrita. Cuando tiene hambre y no encuentra alimento, se revuelca en la tierra roja hasta que parece que está cubierto de sangre, haciéndose el muerto. Así, cuando las aves carroñeras intentan comérselo, las ataca por sorpresa y las devora de manera cruel. En la Biblia, la Edad Media y el cristianismo se le considera además un símbolo del demonio, una representación del pecado que intenta engañar a los mortales para llevárselos al infierno.

La serpiente, es un animal muy complejo dentro del bestiario. Normalmente, aparece como un animal maléfico, que es protagonista del pecado original. También aparece en las escenas del Juicio Final asociada con el infierno. Se la suele representar enroscada en el árbol de la vida, en forma de espiral ascendente, rebelándose contra Dios.
En algunos casos, sin embargo, también puede tener una connotación positiva que representa a Cristo. El hecho de que la serpiente pueda mudar la piel se interpreta como un símbolo de renovación, resurrección e inmortalidad.

Bestiario Fantástico, existen animales empleados con carácter positivo, como: Grifos (formados por cabeza y alas de águila con cuerpo de león) que dada su combinación de partes de animales nobles se sitúan como guardianes en las entradas (puertas y ventanas) de las iglesias. Sin embargo, la nómina de animales fantásticos maléficos es mucho más amplia.

El grifo es el ave más grande de todas, posee rasgos de otros dos animales, puesto que su cuerpo se asemeja al del león quien representa la fuerza en la tierra, mientras que sus alas y su cabeza recuerdan las del águila que simboliza la visión celestial. Además, son por naturaleza tan fuertes que agarran un buey vivo, se echan a volar con él. (Beauvais).

Dragones. Son los más genuinos enemigos de Dios y el hombre. Son símbolos demoniacos. Su representación en el románico se aleja bastante de las formas que las leyendas nórdicas de siglos posteriores han hecho llegar hasta nuestros días. El dragón románico, aunque conceptualmente es un tipo de serpiente, se muestra en el arte románico más bien como una especie de ave bípode con cabeza perruna de grandes ojos y cuencas profundas, con orejas puntiagudas y alargadas fauces amenazantes. Su cola es de serpiente y en ocasiones en lugar de patas de ave muestra pezuñas. En otras ocasiones el dragón sustituye su cuerpo de ave por el más genuino de serpiente alada.

Anfisbena. Es de aspecto similar al dragón, pero la anfisbena tiene dos cabezas. Es decir, su cola es rematada por una pequeña cabeza de serpiente. Suele representarse en lucha con animales o atrapando a hombres. Para ello usa simultáneamente sus dos mortales bocas. Como en el caso de la serpiente y el dragón, es un animal maléfico, demoniaco.

Arpía. Es otro de los animales maléficos por antonomasia, compuesto de cuerpo de rapaz, busto femenino -aunque en ocasiones también masculino- y con frecuencia, cola de serpiente.

Sirena. Formada por cuerpo femenino -aunque también aparecen con rostro masculino- y cola o dos colas de pez simétricas y repletas de escamas. En este último caso las colas están abiertas y sujetas por sus propias manos. Tanto la arpía como la sirena representan básicamente la seducción y atrapamiento por los placeres carnales.

Basiliscos. Curioso animal formado por una cabeza monstruosa con cresta de gallo unida a cuerpo con dos patas y cola de serpiente. Matan con la mirada y el aliento. Los basiliscos son los encargados de transportar las almas de los condenados al infierno. Simbolizan la muerte y al propio diablo.

Centauros. Tienen cabeza y tronco humanos (masculinos) y el resto de caballo o equino. En algunos casos el cuerpo es de asno (llamado, entonces, onocentauro). Simbolizan la brutalidad de las pasiones y la lujuria. Con frecuencia se les representa con arco y flecha (sagitarios) disparando a sirenas.

 Referencias Bibliográficas

Ristorto, Marcela. (2015). Bestiarios medievales e imaginario social. Obtenido de la url https://www.academia.edu/64852286/Bestiarios_medievales_e_imaginario_social_Medieval_bestiaries_and_social_imaginary

Domingo, Victor. (2013). Bestiarios románicos: seres fantásticos, teriomórficos, y zoomórficos. Obtenido de la url https://dpliegov.files.wordpress.com/2014/01/notas-explicativas-sobre-los-bestiarios1.pdf

Grupo Enciclopedia. (2020). Bestiario románico: el simbolismo medieval a través del reino animal. Obtenido de la url https://grupenciclopedia.cat/blog/es/bestiario-romanico/

Herreno, Jesús. (2010). Bestiario románico en España. Obtenido de la url http://www.edicionescalamo.es/uploads/ficheros/libros/primeraspaginas/201603/primeras-paginas-primeras-paginas-es.pdf

 

 

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