Alejandra Torres Chumacero
El bestiario
fue una de las representaciones más populares de la Edad Media, incluye
animales de todo tipo, reales y fantásticos, a los que se les atribuyen
comportamientos humanos tanto positivos como negativos. La historia natural y
la ilustración de cada una de estas bestias se solía acompañar con una lección
moral, reflejando la creación de Dios, y la función que cada ser vivo tenía en
el mundo. El bestiario, por tanto, es también una referencia al lenguaje
simbólico de los animales en la literatura y el arte cristianos de occidente.
Dentro
del bestiario románico, encontramos animales que representan aspectos
positivos, mientras que otros presentan los aspectos más bajos,
malvados y pueriles de la sociedad. Por otro lado, además de animales salvajes
y domésticos, existen una serie de animales fantásticos que también adquieren
un gran protagonismo. En este ensayo trataré de los diferentes bestiarios
y los animales más representativos.
Bestiario
real de signo positivo, se encuentran las aves en general, y especialmente las
palomas sobre todo por su directa similitud con la naturaleza del alma humana,
ya que las aves pueden volar y ascender. De esta manera, la paloma y el pájaro
simbolizan el anhelo del espíritu por alejarse de lo terrenal, de lo proteico, en
busca de valores más altos del cielo. En ocasiones se les representa picando
sus patas para poder despegar de la tierra y volar hacia las alturas.
Cigüeña.
Un ave especialmente representada como ejemplo del bien es la cigüeña, por su
carácter de ave de buen agüero, además de ser monógama y comer serpientes (se
le representa a menudo con una serpiente en su pico).
Águila. El águila, por su fuerza y nobleza, suele representar
valores positivos, inclusive al propio Cristo. En ocasiones se representa
capturando con sus garras o pico a un conejo o a una liebre. Esta escena
representaría el poder de Dios sobre el hombre.
León. De nuevo representa nobleza y fuerza. Es frecuente encontrar
leones, águilas y grifos en las enjutas de las portadas, y también muy frecuentemente
en las mochetas de la puerta.
En estos casos, los animales citados representan a los guardianes
del templo, no impiden el paso al recinto, pero advierten que el umbral que se
está apunto de traspasar separa el recinto sagrado del templo y el profano del
exterior y debe ser el propio hombre quien debe preguntarse si se encuentra en
condiciones de dar ese paso.
Bestiario real de signo negativo, En la nómina de los animales
relacionados con el mal solemos encontrar al mono, frecuentemente con
cuerdas y atados, como caricatura grotesca del hombre, la serpiente,
símbolo por antonomasia del pecado y del demonio, la liebre y
el conejo asociados con la lujuria por su fertilidad,
el jabalí y el cerdo por ser lujuriosos, sucios y
perezosos, la cabra, el macho cabrío, etc.
El zorro, es un animal astuto, mentiroso e hipócrita. Cuando tiene
hambre y no encuentra alimento, se revuelca en la tierra roja hasta que parece
que está cubierto de sangre, haciéndose el muerto. Así, cuando las aves
carroñeras intentan comérselo, las ataca por sorpresa y las devora de manera
cruel. En la Biblia, la Edad Media y el cristianismo se le considera
además un símbolo del demonio, una representación del pecado que intenta
engañar a los mortales para llevárselos al infierno.
La serpiente, es un animal muy complejo
dentro del bestiario. Normalmente, aparece como un animal maléfico,
que es protagonista del pecado original. También aparece en las escenas
del Juicio Final asociada con el infierno. Se la suele representar
enroscada en el árbol de la vida, en forma de espiral ascendente, rebelándose
contra Dios.
En algunos casos, sin embargo, también puede tener una connotación
positiva que representa a Cristo. El hecho de que la serpiente pueda mudar la
piel se interpreta como un símbolo de renovación, resurrección e inmortalidad.
Bestiario Fantástico, existen animales empleados con carácter
positivo, como: Grifos (formados por cabeza y alas de águila con cuerpo de
león) que dada su combinación de partes de animales nobles se sitúan como guardianes
en las entradas (puertas y ventanas) de las iglesias. Sin embargo, la nómina de
animales fantásticos maléficos es mucho más amplia.
El grifo es el ave más grande de todas, posee rasgos de otros dos
animales, puesto que su cuerpo se asemeja al del león quien representa la
fuerza en la tierra, mientras que sus alas y su cabeza recuerdan las del águila
que simboliza la visión celestial. Además, son por naturaleza tan fuertes que
agarran un buey vivo, se echan a volar con él. (Beauvais).
Dragones. Son los más genuinos enemigos de Dios y el hombre. Son
símbolos demoniacos. Su representación en el románico se aleja bastante de las
formas que las leyendas nórdicas de siglos posteriores han hecho llegar hasta
nuestros días. El dragón románico, aunque conceptualmente es un tipo de
serpiente, se muestra en el arte románico más bien como una especie de ave bípode
con cabeza perruna de grandes ojos y cuencas profundas, con orejas puntiagudas
y alargadas fauces amenazantes. Su cola es de serpiente y en ocasiones en lugar
de patas de ave muestra pezuñas. En otras ocasiones el dragón sustituye su
cuerpo de ave por el más genuino de serpiente alada.
Anfisbena. Es de aspecto similar al dragón, pero la anfisbena tiene
dos cabezas. Es decir, su cola es rematada por una pequeña cabeza de serpiente.
Suele representarse en lucha con animales o atrapando a hombres. Para ello usa
simultáneamente sus dos mortales bocas. Como en el caso de la serpiente y el
dragón, es un animal maléfico, demoniaco.
Arpía. Es otro de los animales maléficos por antonomasia, compuesto
de cuerpo de rapaz, busto femenino -aunque en ocasiones también masculino- y
con frecuencia, cola de serpiente.
Sirena. Formada por cuerpo femenino -aunque también aparecen con
rostro masculino- y cola o dos colas de pez simétricas y repletas de escamas.
En este último caso las colas están abiertas y sujetas por sus propias manos.
Tanto la arpía como la sirena representan básicamente la seducción y
atrapamiento por los placeres carnales.
Basiliscos. Curioso animal formado por una cabeza monstruosa con
cresta de gallo unida a cuerpo con dos patas y cola de serpiente. Matan con la
mirada y el aliento. Los basiliscos son los encargados de transportar las almas
de los condenados al infierno. Simbolizan la muerte y al propio diablo.
Centauros. Tienen cabeza y tronco humanos (masculinos) y el resto
de caballo o equino. En algunos casos el cuerpo es de asno (llamado, entonces,
onocentauro). Simbolizan la brutalidad de las pasiones y la lujuria. Con
frecuencia se les representa con arco y flecha (sagitarios) disparando a
sirenas.
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